Estos cuatro años de gobierno del Partido Popular han dejado una RTVE arrasada por el descrédito y la manipulación, una radiotelevisión pública llena de buenos profesionales a los que se ha arrinconado para beneficiar a estómagos agradecidos, a la que se ha dejado sin estudios y sin inversión en medios para dejar su producción en manos privadas y amigas, una Corporación a la que se ha asfixiado económicamente recortando unos presupuestos que además de escasos acaban en proyectos tan ruinosos en audiencia como en su valor público. La gestión de José Antonio Sánchez y de todo su equipo ha sido la peor de toda la historia democrática de RTVE, vino a dilapidarla y ya ha hecho gran parte del trabajo, y la cuestión para UGT es si se le va a permitir continuar con su indigna tarea durante este período sin poner coto alguno a sus desmanes y los de su equipo de dirección.

La senda para recuperar el valor público de RTVE no puede posponerse, debe iniciarse de inmediato. Probablemente nos veamos abocados a una nueva convocatoria de elecciones generales, y en tal caso sería vital contar con una radio y una televisión públicas que garantizasen el derecho a la información, y evitar a toda costa que la ciudadanía volviese a contemplar el lamentable espectáculo de manipulación que hemos presenciado en las últimas convocatorias electorales. Si hay elecciones de nuevo, los ciudadanos tienen que notar que algo ya ha cambiado y que la regeneración democrática no es una quimera

Desde UGT vamos a exigir con la fuerza que nos da nuestra representación sindical que no se siga manipulando ni desmantelando la RTV pública, y denunciando cualquier abuso en este sentido, pero no podemos olvidar que el control de RTVE es competencia directa del Congreso, y es a éste al que corresponderá tomar medidas para evitar que un partido político siga instrumentalizando a su antojo una RTV que es de todos.

Desde UGT en CRTVE creemos URGENTE que quienes dirigen los servicios informativos en TVE y RNE, por haber sido y ser las cabezas visibles de la manipulación y la mentira poniendo todos los recursos informativos al servicio del Partido Popular, sean CESADOS de forma inmediata y, hasta que haya una nueva Dirección que emane legítimamente del Parlamento, nombrar dos directores que reúnan los requisitos que este momento histórico requiere, capaces de situar de nuevo a RTVE como referente informativo si se produjesen nuevas elecciones. Para ello UGT propone un proceso abierto de candidatos, cuyos currículos sean conocidos por toda la sociedad, y que cuenten con el aval de los órganos de los que se ha dotado esta empresa para velar por la independencia y la pluralidad.

Este sería un paso fundamental para avanzar hacia la radio y la televisión públicas que los ciudadanos demandan, la que nuestra Constitución debería garantizar y aquella por la que el Parlamento debe velar, pero a este deben seguir otros muchos pasos. No podemos seguir con una radiotelevisión ocupada por un ejército de contertulios que sólo repiten una y otra vez las consignas del Partido Popular, lo que hace imprescindible expulsar toda esa lacra contra la objetividad y la pluralidad para renovar nuestra programación con opinión de calidad y prestigio.

Y si hablamos del futuro y la viabilidad de la Corporación, es vital impedir que el actual Director General Corporativo, Sr. Alejo, pueda tomar ni una sola decisión más que comprometa nuestro futuro. Quien fue enviado por el Ministerio de Hacienda para liquidar RTVE no puede emprender ninguna acción más que afecte al presente o al futuro de nuestra empresa, salvo aquellas que son claramente de carácter ordinario. Desde UGT estaremos vigilantes de cuantas acciones desarrollen el Sr. Alejo y el Sr. Guía, su habitual secuaz de tropelías, y llevaremos a la justicia cuantas acciones emprendan con el ánimo de seguir avanzando en el deterioro de la radiotelevisión pública.

El nuevo Congreso de los Diputados, una vez constituido, va a tener que actuar desde el minuto uno si de verdad quiere recuperar el servicio público de RTVE para la sociedad, y nombrar cuanto antes un nuevo Consejo de Administración capaz de afrontar una etapa de regeneración que es imprescindible para rescatar RTVE de la manipulación y el expolio, así como poner en marcha cuantos sistemas de control estén en su mano para retomar la senda de la objetividad, la veracidad y la pluralidad que nuestra legislación y nuestra vocación pública exige. Es preciso salvar RTVE para la Democracia, y el nuevo Congreso que se constituirá el próximo día trece debería tener mucho que decir al respecto.