RTVE vuelve a ser noticia por su indiferencia y desprecio a todos aquellos colectivos y entidades que no son bendecidas por la mano del nacionalcatolicismo. No es mera casualidad que entre nuestros directivos no solo tengamos los perfiles más casposos de la derecha, sino que entre ellos haya bastantes miembros del Opus.

El WORLD PRIDE es el mayor evento a nivel mundial de reivindicación de los derechos civiles de los colectivos de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales, y este año se celebra en Madrid. Un acontecimiento que pone la mirada del Mundo durante varias semanas en España, por mucho que este aspecto de la marca España no interese ni al Gobierno ni a la Iglesia, y por ende a la dirección de CRTVE. No se trata sólo de una fiesta, también es una movilización que abre un período de debate, análisis y concienciación para la diversidad y el respeto. No podemos obviar que en una gran parte del Mundo está aún penalizada con la cárcel la homosexualidad, cuando no con la pena de muerte. Por mucho que se haya avanzado, el problema sigue presente aún en nuestra sociedad, donde todavía se producen constantes ataques de LGTBIfobia, una lacra que no debería ser ajena a la encomienda pública de RTVE.

Es lamentable la excusa de que “no sería rentable económicamente hablando por el alto coste de su producción”. ¿Cómo es posible que no lo sea cuando otras televisiones sí lo dan, incluyendo una televisión privada como la Sexta y una pública como TeleMadrid? Habría que recordar a esta dirección rancia, anacrónica y obtusa, que la rentabilidad económica no es además excusa cuando prima la rentabilidad social, habría que recordarles que esta es una empresa pública y probablemente explicarles qué es y qué implica eso.

Los motivos no hay que buscarlos en las cifras, sino en el sesgo ideológico y anticonstitucional de esta dirección, y bajo ese prisma se entiende, como viene defendiendo UGT en CRTVE, que la eliminación de la Gala Drag de nuestra televisión a la carta o lo ocurrido con la muerte de Pedro Zerolo no son casos aislados. La visión general de lo que hace RTVE con los temas LGTBI está clara con las actuaciones de esta dirección, cada uno que le ponga los calificativos que quiera, pero a nosotros se nos ocurren muchos, represión o censura entre otros.

Son tres millones de personas las que van acudir a Madrid por un tema fundamental para los derechos civiles y humanos, y la CRTVE tiene el deber de hacer toda una programación ajustada a este importante evento de repercusión mundial. Esta dirección es indigna de estar al frente de la Corporación, y nos lo demuestra día tras día. No sólo es un problema de su presidente o del Consejo de Administración, porque todo el equipo directivo ha sido formado bajo este sesgo tan contrario a lo público, y han llevado a la CRTVE a una situación insostenible. Omitir u obviar los asuntos que pueden molestar a las elites nacionalcatolicistas es un claro ejemplo de los motivos por los que RTVE ha dejado de ser un referente de la sociedad civil.

Desde UGT en la CRTVE pedimos perdón a los colectivos LGTBI, por el lamentable comportamiento de esta empresa que debería ser pública en todos los sentidos y que sin embargo les da la espalda en la lucha por sus derechos y libertades, en la defensa de los derechos civiles y humanos concernientes a estos colectivos, y por tanto importantes para toda la sociedad.

Pedimos al Parlamento que intervenga para exigir el cese inmediato de toda la cúpula directiva de la CRTVE, una dirección que nos arrastra a los tiempos del NODO en blanco y negro, de la defensa a ultranza de los valores ideológicos de la derecha más rancia. Desde UGT en CRTVE pedimos una dirección digna y capaz de hacer cumplir a RTVE su importante encomienda de servicio público.